viernes, 19 de diciembre de 2014

Mi actuación en Exodus: Gods and Kings. Capítulo. VIII: "Pedro es un buen nombre para un pastor".


-¿Cuál es tu nombre? Me preguntó Ridley Scott mirándome directamente a los ojos.

- ¡Pedro!, respondí.


- "¡¡¡Pedro is a good name for a shepherd!!!" (¡Pedro es un buen nombre para un pastor!), sentenció el director en alta voz,  rotundamente.

 De súbito un grupo de asistentes cayó sobre mí, para prepararme para la actuación con el actor principal Christian Bale. Había sido elegido para un papel (The old shepherd), en el que como hombre de montañas y desiertos, señalaba a Moisés el camino hacia la libertad.

Apenas 24 horas antes había llegado a Exodus como extra. Todo era nuevo para mí. No conocía a nadie. En el primer día de la filmación, reunidos en la base principal (crowd base), más de trescientas personas que haríamos la figuración, comenzábamos a interactuar. Entre aquella parlanchina muchedumbre, poco nos diferenciábamos, pues ya estábamos ataviados a la usanza de tiempos bíblicos y nuestras fisonomías retocadas, por motivos del maquillaje.

  Mientras esperábamos para salir a nuestro primer rodaje noté, que desde una esquina de la gran carpa, unas personas señalaban hacia el lugar donde me encontraba. Minutos después, mi corazonada no estaba desacertada; una dama de nombre Katharina Hofmann, del Departamento de Casting, se me acercó y muy confidencialmente me preguntó, si estaría dispuesto a cruzar unas palabras con el actor Christian Bale, en una escena importante que necesitaba el director. Respondí inmediatamente ¡Sí!, que me encontraba preparado y que no se preocupara, no la dejaría mal parada ("Yes, I am ready. I won´t let you down"). Por lo que, minutos después, me llevaron ante los asistentes del director que me tomaron fotografías. Por extraño que pueda parecer, el mismo día de mi llegada a Exodus; con sólo unas horas en el mundo del cine, ya tenía concertada una cita con el director Ridley Scott.

   Esa noche regresé a mi hospedaje tranquilo, y dormí profundamente. En la madrugada del día siguiente, y a bordo del autobús que nos trasladaba nuevamente al rodaje; se me acercó Sekani, del equipo de casting, quien me entregó un papel o "separata" del guión, que describía la escena que haría con el actor principal.

  Al llegar a la base, dos horas después del largo viaje, se me condujo directamente a vestuario y maquillaje. Fui tratado con la mayor de las cortesías por el personal encargado. Todos decían que haría un papel con el protagonista. Me pusieron en las manos de la más experta maquilladora, quién se deleitó arreglándome para la actuación. Decía a viva voz desbordando alegría:"He is the special one". (En otra oportunidad me comentó:"Ridley es noble con sus actores, jamás los olvida"). Realizó un maquillaje impecable y se sentía feliz de tenerme allí; lo último que hizo fue pintarme los dientes de color marrón. Ya había acentuado y dramatizado las facciones. Cuando me vi en el espejo me gustó el resultado, era yo, pero revestido del "halo" que la artista quiso infundir en mí. Estaba listo.

   Trasladado al set de rodaje, y en el medio de semejante despliegue técnico, advertí que había otras personas o actores, estudiando un guión igual al que se me había entregado. Me dio la impresión que éramos varios los pre seleccionados o estaban allí en caso que yo fallara -cosa que nunca me planteé-. Fue en ese momento cuando  mi observación fue interrumpida por la presencia repentina de Ridley Scott, quien  dirigiéndose a mí, preguntó mi nombre. Nos encontramos.

  Había llegado al mero centro del plató, no caminando, sino volando en un aeroplano que me colocó,  en poco tiempo, en el corazón de Scott.


    Comenzó entonces una de las experiencias más intensas de mi vida. En aquel paraje mágico de Cofete, rodeado de decenas de técnicos y dirigido personalmente por  Ridley Scott; nos preparamos para rodar. Mi rol sería el de un  pastor que descendía la montaña, a su regreso del Mar Rojo, seguido de otros pastores y el rebaño de cabras.



 En el encuentro con Moisés que viene a caballo, el director me indicó: “no sentirás temor ante la presencia de un extraño, sino cautela” ("Will not feel fear but caution"). Mientras que a  Bale le dijo: "Tú lo llamarás ¡Padre!, como sinónimo de respeto, para que el pastor, acostumbrado a la soledad de esos parajes, no sienta desconfianza ante tu persona". Es así como se grabó originalmente en inglés y fue la palabra que pronunció Bale aquel día llamándome: "father". De igual forma se tradujo en otras versiones al castellano "padre"; sin embargo, en la traducción de España se sustituyó por "anciano" .

  A pesar de hablarme en inglés británico, había comprendido perfectamente las instrucciones que me girara Scott, a quien respondí: "I got it" (lo tengo). Ridley me miró y con su mirada me transmitió su confianza. Y ¡Claro que lo había entendido¡ ¡La escena estaba hecha para mí!

  Me sentí al unísono con la naturaleza espléndida de ese lugar y con el inusual momento que me tocaba vivir. Permití que el viento y los sonidos me condujeran, e internamente me preparé para infundirle a ese encuentro la fuerza, la humildad y la dignidad que me había pedido el director. ¡Qué hermoso paraje! ¡Qué luz! ¡Y qué tesoro de oportunidad me brindaba la vida! No la desperdiciaría: iría a por ella. Entendí que tendría pocos segundos para transmitir un mensaje convincente al mundo, y me decidí por un mensaje de amor: esa fue mi fuerza y mi guión.


   Mi estado de ánimo no podía ser mejor. Observé desde la colina en que me hallaba, al equipo de rodaje en pleno, todos y todas gentiles conmigo; gente iba y venía continuamente. Se dirigían a mí en inglés y español, con un afecto, respeto y educación que me conmovió. Ridley había desaparecido detrás de las cámaras. En el medio de aquella situación, flanqueado por pastores y cabras; en ese escenario natural de sobrecogedora belleza; empecé a volar; como cuando era niño y me suspendía, en mis sueños,  sobre las nubes que cobijaban mi ciudad natal: Caracas.

   En la más completa compenetración con el momento que vivía, con la vara en mis manos y la respiración sosegada escuché la palabra ¡¡"Action"!! Mi mente calló. En mi descenso de la colina sentí que una tranquila pero a la vez gran energía me inundaba; esto me permitió realizar mi humilde pero importante y simbólico papel, sin contratiempos.  Christian Bale se acercó en su caballo e hicimos lo que teníamos que hacer: ser nosotros mismos y brindar lo mejor. Nos conectamos a través de la mirada.


 Fluyeron en ese encuentro más emociones que palabras, y aunque las hubo, predominó la fuerza espiritual y se consiguió la profundidad de escena que el director tenía en mente. Todo transcurrió en una atmósfera de total naturalidad.


 Cuando Moisés se retiraba en la distancia, un asistente al director gritó: "Pedro sostén la mirada, como si despidieras a un hijo que hubieses perdido".


 ¡¡¡Se grabó a la primera!!! No hubo repetición.

  Para quienes pudieran estar interesados en ver el lado místico de las cosas, les tengo estas ilustraciones, que ya adelanté en capítulos anteriores, realizadas hace 38 años, para su consideración:



 En ese dibujo aparece un personaje vestido con un atuendo parecido al que llevaba en el rodaje, de largos cabellos y barba. De pie con el  brazo extendido indica un camino hacia las montañas. Era exactamente igual al personaje y la acción que Ridley Scott quería que desempeñara: señalar a Moisés el camino hacia el mar; atravesando las montañas.




Estaba preparado para ese momento. Sentía que lo había vivido. Mis pies más que caminar, rodaban en especie de levitación. Algo sucedía que estaba más allá de la comprensión lógica de las  cosas. Había una gran energía.

 Nota: En esa misma ilustración, se observa a la derecha abajo, a otro personaje que señala también con el brazo extendido y tiene en sus manos a una niña. Para mayor información refiero a quien lee,  al capítulo IV: El marshal y la niña.

  Permítanme también anexarles  este otro dibujo de la misma época, quizás encuentren algún paralelismo con la película, que le dé sentido.


  Para la mejor comprensión de la escena que interpretamos, y la decisión del director de mantenerla después de un año de post-producción, concluyo lo siguiente: en mi encuentro con Moisés, quien viene dejando atrás su hogar, en dirección a Egipto para liberar a su pueblo; se encuentra con el viejo pastor; quien le da de beber leche y responde a su pregunta:

- ¡¿De dónde vienes?!

Tomándose su tiempo, el pastor lo mira y responde con serenidad:

- "Vengo del mar" ("I come from the sea"), levantando el brazo izquierdo y señalando hacia las montañas. Y agrega: “Es un camino angosto y peligroso”

    Más adelante en la película, cuando Moisés regresa al mismo punto de aquel encuentro, guiando su pueblo hacía Canaán; y ante la duda sobre cuál camino tomar (frente a un pilar de piedras, hito referencial de la escena) recuerda las palabras del pastor y decide tomar el camino que aquel le señalara; previendo -por la advertencia de “angosto y peligroso”- dejar todas las carretas abandonadas, para evitar que se cayeran al vacío al cruzar las altas montañas, en la búsqueda del mar, de la libertad, de la salvación.
  
   Una vez finalizado el rodaje de esa escena, me dirigí a la carpa donde estaban los técnicos para retirarme a mis ocupaciones en la figuración. Mayúscula fue mi sorpresa cuando vi una imagen que jamás olvidaré. A un extremo del plató, Ridley Scott brindándome una gran sonrisa de complicidad y amistad, levantaba su dedo pulgar triunfal en mi dirección. Llevé mi mano al pecho y correspondí su gesto, con una pequeña flexión de mi cabeza. Fue entonces cuando escuché de boca de mucha gente aquel inolvidable: “Well done Pedro” “Bien hecho Pedro” que se repetía por todo el set, y las felicitaciones no se hicieron esperar, de parte de los asistentes más próximos a la dirección. Tomé consciencia que había realizado un buen trabajo. Fue entonces cuando Ridley se acercó y me preguntó “¿Has actuado alguna vez en cine?” a lo que respondí “¡nunca!”. Entonces acercándose fraternalmente al oído tocó mi corazón, diciendo “lo tienes natural” ("You have it natural").

     
   A partir de ese momento y durante los dos meses que duro el rodaje, mantuve un perfil bajo atrás de la figuración, concentrándome en mi trabajo de “marshal y figurante a la vez” (Capítulo IV). Ya mi pequeño y gran momento de "actor", lo había logrado. Orgulloso de representar en esos segundos en la gran pantalla, a todos y todas a quienes conozco y quiero.

    Un mensaje que transmito a través de las imágenes en la cinta -sin menospreciar jamás el esfuerzo de la formación y la experiencia para el logro de las metas- es que no es un requisito indispensable los recursos, relaciones sociales,  títulos o distinciones para alcanzar nuestros sueños. Sino que con la sencillez y la pasión que subyace en cada quien, somos capaces de llegar a lugares inverosímiles y culturalmente vetados para el ciudadano común. Esta historia demuestra que cualquiera puede llegar, provisto exclusivamente del sentimiento y el amor como único currículo.

   Con el tiempo se estudiará y ponderará la película y la intención del director; así será. Pero en cuanto a lo que a mí respecta,  puedo testimoniar que Ridley Scott me seleccionó guiándose por su intuición y profesionalidad. Al margen dejó cualquier consideración de trayectoria; que en mi caso es ninguna en asuntos de teatro o cine, hasta ahora. Comprobé con este episodio que el mundo de los sueños es posible; que solo basta con mirar hondo y tocar el alma de las personas. Ridley protegió esa breve pero hermosa escena a través de cientos de horas de edición, lo cual es un honor. Un año después la presentó en la pantalla con su sello personal.

  Gracias maestro Scott por su deferencia a mi persona; por haber elegido a este servidor para, a través de unas palabras e imágenes, transmitir un mensaje de paz al mundo.


   ¡Si se puede! El espíritu de solidaridad y conexión entre los seres humanos prevalece como un signo esperanzador. Gracias Ridley Scott por su amable reverencia. Que no la tomé para mí, sino a través de mi persona, para toda la figuración.

   Mi aparición en la pantalla no es más que un respetuoso saludo del director a la gente anónima, a la que pertenezco. Un saludo que envía el maestro a quienes conciben un sueño para un nuevo amanecer. Un estímulo a los extras, a los desconocidos, a la gente de corazón. Un minuto de gloria, para quien no tiene nombre ni rango ni créditos. Un minuto de gloria para tantos artistas marginados que tienen derecho a estar en el medio del plató, mil veces más que yo.

  Y gracias por supuesto a Christian Bale quien junto conmigo se sumergió en la dulzura y dignidad de los personajes y el paisaje de Fuerteventura, como un tributo al mundo de la actuación.

 Y gracias a ustedes, amigas y amigos,
 por refrendar este testimonio, con tinta azul.

Pedro Galindo.
Tenerife 19 de diciembre de 2014.

Copyright: Pedro Alberto Galindo Chagín



23 comentarios:

  1. Querido Pedro:
    fantástica tu experiencia en Exodus. Me enorgullecen tus talentos: cómo escribes, cómo tallas la madera, cómo tocas la guitarra. Y ahora, pues, cómo actúas. Espero ver la película en cuanto la estrenen en Caracas. Muchos abrazos y bendiciones.

    Te quiere mucho,

    Myriam

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias querida Myriam por tus palabras y sentimientos. Un gran abrazo navideño con mis mejores deseos para el 2015.

      Eliminar
  2. Apreciado Pedro, que gran película y que gran aventura has vivido. Te felicitamos.
    Un abrazo desde México.
    José Antonio La Schiazza

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. José Antonio qué grata sorpresa; después de tantos años, reencontrarnos en estas páginas. Recibe mi saludo y respeto para ti y tu familia. Y un gran abrazo desde las islas canarias. Muchas gracias por tu visita y mensaje en este blog, me siento honrado.

      Eliminar
  3. ¡Grande! Pedro en tus palabras y en la gran pantalla.
    Sueño cumplido como el de muchos a los que representas y oportunidad única que recordaremos en nuestras vidas por siempre.
    Ahora hay un antes y un después de #Exodus

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quienes vivimos esa experiencia, ahora tenemos el privilegio de poder transmitirla, para despertar sueños en otras personas. Gracias Marina, por tus palabras, apoyo y la solidaridad que demuestras con el mundo del cine, a través de tu prestigiosa página web que publico a continuación:
      https://www.facebook.com/makingofexodusfuerteventura?pnref=story

      Eliminar
  4. Beatriz Domínguez Palarea21 de diciembre de 2014, 22:04

    ¿Cómo no se va a fijar el director en ti? Tú no dejas a nadie indiferente. Felicidades por la experiencia y gracias por compartirlo en tu precioso blog.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Beatriz por tan gentil comentario; ha sido un placer compartir juntos aquellas tardes "narrativas". Desbordas imaginación, frescura y buena chispa en tus escritos. Te felicito. Publico tu blog, a continuación:
      http://www.lasardinaconwifi.com/

      Eliminar
    2. Pedro no solo tu experiencia actoral fue excelsa sino que tu manera de narrarla es impecable. Tiene talentos artísticos múltiples. Me hace sentir muy orgullosa de tí. Felicitaciones por todo

      Eliminar
    3. Gracias Milagros; tu comentario, viniendo de la gran artista y persona que eres: me honra. Un fuerte abrazo querida amiga, siempre presente.

      Eliminar
  5. Que bonita descripción de esta experiencia, leyéndola parece que hasta yo hubiera estado ahí es ese momento. Nunca puse en duda que Scott te haría aparecer en su película. Sin duda te lo mereces por ser como eres, tan humilde, tan buena persona, tan buen amigo, con tu carisma... Un abrazo enorme y felicidades. En casa nos hemos alegrado mucho.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Omar; no sólo por haber sido mi primer amigo en las Islas Canarias, ya hace unos cuantos años; sino por el mundo de oportunidades que me has brindado. Eres parte fundamental de estas vivencia.

      Eliminar
  6. me encanto la pelicula, el vestuario, el maquillaje, los escenarios ,los efectos especiales el Niño Dios...Moises, y por supuesto el "father" estaba tan emocionada qe queria saltar de mi silla y gritar :e mi primoooooo...ademas se exactamente lo que describes con tus dibujos premonitorios...la pelicula fue un bellisimo regalo de navidad

    ResponderEliminar
  7. Lo que más me encanta de lo que comentas, es que a pesar de los años sin vernos, la inmensa distancia geográfica que nos separa, ayer, primita querida, fuimos al cine juntos. Como tu dices, un hermoso regalo de navidad.

    ResponderEliminar
  8. Excelente experiencia Pedro, gracias por compartirla..

    ResponderEliminar
  9. Hola Pedro, como por "casualidad", aunque creo que la casualidad no existe, si no la causalidad, vi tu blog, es Tu primo Richard van der Biest, te felicito,, explícame bien lo del bar Los Teques,Yo estoy ahora en el arte, después de viejo, entre en una escuela de dibujo y pintura., quisiera saber tu correo electrónico, para compartir mi blog de pintura. un gran abrazo y espero noticias tuyas .

    ResponderEliminar
  10. Hola Richard querido primo, con quien escuché a los Beatles por primera vez allá en tu casa de La Floresta. Mi correo es pedroalnatural52@gmail.com Gracias por tus felicitaciones y contacto. Escribe y nos ponemos al día, un abrazo y gracias a las "causalidades", un abrazo extensivo a toda la familia... bien por tu arte y el reencuentro....

    ResponderEliminar
  11. ¡Hola, Pedro! No sé si me recuerdas, nos conocimos anoche en Santa Cruz... Me recomendaste que leyera tu blog y debo decir que no encuentro palabras. Estoy fascinada no solo por la historia y tu particular aventura en Exodus, sino por tu amabilidad y sentido del humor.
    Un placer haberte conocido y recuerdos de parte de mi hermana y míos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡ Mercedes ! Claro que te recuerdo a ti y tu simpática hermana; me hicieron pasar un rato fabuloso durante aquellas escenas/descanso del rodaje de la saga Bourne; esos minutos preciados entre el público fueron inolvidables. Gracias por tus comentarios sobre el blog, espero te sirva de inspiración para tus expectativas de cine; del que hablamos esa noche. Un abrazo a las dos.

      Eliminar
  12. Hola soy IMELDA, la hermana de ELISA PEREZ CASTILLO, emocionada por tus éxitos y que continúen. Felicidades...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Imelda, me alegra mucho tenerte por aquí; gracias por tus saludos y deseos; y un gran abrazo para mi siempre querida y recordada Elisa...

      Eliminar
  13. Angela La Schiazza23 de enero de 2016, 23:48

    Querido pedro. Felicitaciones por esta magica experiencia. Aunque no he visto la pelicula, tu forma de narrarla me transmitio emocion con solo imaginarmela. Espero que continuen tus èxitos y que puedas compartirlos con los amigos que te recordamos y queremos

    ResponderEliminar